El pastor alemán es único.

El pastor alemán, tan inteligente y polifacético, se encuentra entre las razas caninas más extendidas y queridas a nivel mundial.
 Es un perro de trabajo sensible y con una alta capacidad de rendimiento.

De su carácter y comportamiento destacan la agilidad, la fuerza y las ganas de trabajar.
Tiene mucho temperamento y aguante, no pierde los nervios fácilmente, es equilibrado, despreocupado y muy bueno (siempre y cuando no se vea provocado o atacado por extraños). Cumple las órdenes de protección entrenadas y explícitas de manera inmediata, consecuente y valiente.

El pastor alemán es uno de los compañeros más leales del hombre; es atento, muy inteligente, espabilado y dócil.
Es territorial y un vigilante excepcional con un marcado instinto de protección.

Desde 1882 se le ha valorado en todo el mundo como perro policía y militar, de búsqueda y rescate, de vigilancia y protección, como perro lazarillo y camarada de la familia digno de confianza.

El pastor alemán es un compañero exigente que necesita una educación cuidadosa y consecuente, mantenerse ocupado con actividades sensatas y tener un contacto cercano con su cuidador.

Si se le mantiene ocupado y está bien educado, demuestra ser un perro de familia digno de confianza. Si recibe sus atenciones y tareas a diario, será un miembro muy especial, leal y encantador de toda la familia.